Como parte de nuestros esfuerzos para fortalecer el impacto de nuestro proyecto Futuros Forest hemos sido muy afortunados de asociarnos con la Fundación innocent para expandir nuestro componente agroforestal con una mejor incorporación de árboles frutales. Fondos de la Fundación innocent nos están permitiendo incorporar tres comunidades adicionales, construir viveros de árboles frutales y desarrollar la capacidad dentro de cada comunidad para germinar, crecer y gestionarlos. Como es el caso de las otras acciones de nuestro proyecto comenzamos conversaciones con cada comunidad, atravez del ONG Herencia, sobre cómo esta adición podría encajar en sus planes de desarrollo. También tienen que pensar en qué tipo de frutales quieren producir: la cantidad para consumo personal y para vender. Si sienten que encaje dentro de sus objetivos luego de pasar a la fase más sencillo de construir los viveros y la obtención de semilla.
La producción de frutas no es sólo importante como fuente de ingresos. También es importante como fuente de vitaminas y micronutrientes. Puede parecer contrario a la intuición, pero muchas de las comunidades que habitan los bosques con los que trabajamos sufren de mala nutrición. Una de las razones de esto es que la cosecha de la nuez de Brasil trae una suma global substancial cada año y gran parte de esto se utiliza para comprar secos o conservas, y sus chacos se utilizan para producir cultivos de almidón, arroz o yuca . También esperamos que estos viveros servirán como un catalizador para una fuit árbol mercado plántulas locales, con las comunidades que venden o intercambian plántulas sobrantes. Dada la baja diversidad de plantas disponibles y el alto costo de los plantones de árboles frutales, en la actualidad alrededor de $2 por plántula en el mercado abierto, esperamos también tener un impacto local más amplio. Tal vez también permitir a los agricultores del Pando para conectarse con los mercados de Brasil y más al sur, en Santa Cruz.
Las inundaciones sin precedentes en marzo y abril de este año significó que sólo comenzamos la construcción de los primeros viveros este junio. Utilizamos planes desarrollados en el Perú para viveros comunitarios por Kew colega Oliver Whaley, que nos adaptamos a las comunidades que experimentan inundaciones estacionales. Nuestras comunidades están acerca de 300 kilómetros de distancia a lo largo de caminos de tierra y por lo que la logística de la entrega de materiales de construcción ha sido un gran reto para Victor Soruco y Rolman Velarde.
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